Se ha escrito mucho sobre la historia del himno. Y a veces sin mayor conocimiento, más llevados por la emoción o por la costumbre que hay de recoger de labios ajenos comentarios que no se ajustan a la verdad. Para zanjar cualquier duda y poner luz definitiva a este hecho que tiene mucho de historia y de tradición, preferimos recurrir a la fuente misma que significa el relato escrito, firmado por el autor de la música. Respetamos su forma como las enmiendas hechas por el mismo.
Emociona, asimismo, como lo señala puntualmente que cuando pone la música a los versos de Francisco Sandoval el no era aún profesor del plantel, si bien colaboraba en las diversas actividades sociales y culturales y las excursiones como la realizada a Trujillo con los alumnos promocionales de 1940. El texto del documento es el siguiente:
RESEÑA DEL HIMNO DEL COLEGIO NACIONAL SAN MIGUEL
Era una mañana del mes de junio de 1939 en la plaza de armas de Piura frente a la que fue casa Duncan & Compañía en que Carlos Chira, alumno del colegio San Miguel se acercó a mi para pedirle en nombre de los alumnos de la promoción, me dignara escribirle música a la letra que representaba a la vista. Se trataba de una letra para una marcha de la juventud Sanmiguelina, tal como originalmente decía en el papel que me mostró.
No tuve ningún inconveniente, salvo que le pedí que se llevara a cabo un concurso para este fin para evitar, interpretaciones antojadizas. Al respecto hago presente que yo no era profesor del colegio, pues yo ingresé como tal, después 7 años que hice la música del himno; pero si me ligaban ciertos lazos al colegio y alumnado; el primero de haber sido alumno y segundo porque años atrás en 1938, colaboraba desinteresadamente con mi orquesta en todas las veladas que San Miguel realizaba, inclusive los acompañe en excursiones dentro y fuera del departamento de Piura.
Volviendo a la historia del himno, se llevó a cabo el concurso ante el Jurado que lo presidía la Señora Rosa Ugarte Benbenuto, musicóloga; el profesor Lucio Espinoza y los alumnos de la promoción. La señora presidenta ejecutó las tres composiciones presentadas y tanto ella como los presentes estuvieron de acuerdo con mi música.
Para conseguir esto tuve que hacer un ligero cambio en cuanto al orden de los versos, cambio que dio motivo a que tuviera un diálogo no muy agradable por supuesto con el autor de la letra.
En primer lugar, la música la hice para himno y no para marcha y para conseguir encuadrar esta a la letra, el segundo cuarteto del coro que dice: “Amanece en el ámbito Patrio”... etc. que se encontraba después de las dos estrofas, lo pasé a ocupar el lugar que hoy ocupa o sea la continuación del primer cuarteto del coro.
Estos cambios motivaron una discusión acalorada entre ambos autores en la plaza Merino después que fue cantada por primera vez en el Teatro Variedades en la velada Sanmiguelina y que dio motivo a que por acuerdo de ambas partes no se cantará más.
El acuerdo fue que no se debiera cantar más en la forma que yo lo había presentado, ni ninguna otra, fue un acuerdo de caballeros y así se cumplió. Fue después de la discusión que en Trujillo al presentar la velada Sanmiguelina en el Teatro Municipal de ese lugar, no estaba programado el himno San Miguel, pero los alumnos lo pedían. Ante esta situación acudieron ante el director doctor Francisco Lizarzaburu quien se acercó hacia mí, preguntándome el motivo. Al enterarse de esta situación me pidió que se cantara el himno bajo su responsabilidad lo que así se cumplió.
Los alumnos lo cantaron quizá como nunca lo he vuelto escuchar, al extremo que el público Trujillo no se puso de pie y los felicito a los dos autores de esta obra. Fue en ese momento que Francisco Xandoval se acercó a mi y nos abrazamos muy emocionados, sellando así la música y la letra que hoy es nuestro himno a San Miguel y que miles de alumnos de las diferentes promociones lo cantan siempre, aún en el lugar más lejano que se encuentren, llenos de: esperanza de amor y de fe.
Wilfredo Obando Vázquez
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